Cuéntame un cuento…
Piensa en tu libro preferido. Seguro que eres capaz de explicar su argumento aunque haga muchos años que lo has leído. Piensa también en el comienzo de la última película que te haya gustado: seguro que te sentiste atrapado por el argumento desde los primeros momentos. ¿Qué hay en común entre estas dos formas de