Los amigos del blog «Un hábitat mejor» de Leroy Merlin me han preguntado mi opinión sobre cómo debe ser un buen líder. Y esto es lo que les he contestado:

«Los buenos líderes se caracterizan por tener un sentido del propósito muy claro y por su capacidad de trasladarlo a sus equipos generando así el alineamiento y la complicidad necesaria entre sus miembros. Se genera así una “magia” que dispara los niveles de compromiso de los empleados con la consiguiente satisfacción de los clientes.

Para que todo esto se produzca el líder debe ser asertivo y empático a partes iguales y debe abrazar la diversidad en el sentido más amplio del término. Por tanto, como puede fácilmente deducirse, la comunicación es el ingrediente más importante de la ecuación. Sin ella no hay visión, no hay inclusión ni tampoco equipo».