Comunicación corporativa: lo mejor está por llegar

Post publicado originalmente en Well-comm.

Podría empezar diciendo que 10 años no son nada pero me temo que de esta bendita profesión –la de la comunicación corporativa– quedan muy pocas cosas en pie. De momento me doy cuenta que ahora escribo en mi portátil con un tamaño de fuente más grande y con muchas menos certezas que cuando se puso de largo la primera edición de Perspectivas Wellcomm. A lo largo de este tiempo nos hemos dado cuenta de que nuestra arma más importante es la influencia, que nuestro reto fundamental es la reputación y que los protagonistas de nuestra vida profesional han dejado de ser los periodistas para ser sustituidos por los empleados de nuestras organizaciones.

Miro a mi alrededor, a mis compañeros de profesión más admirados, y observo que ellos han hecho un camino similar al mío. En estos años hemos ido tomando conciencia de la importancia de trabajar la influencia a través de nuestros colaboradores; de pensar sólo en uno o dos stakeholders a pensar en grande y preocuparnos (y también ocuparnos) de todos ellos; de mirar con recelo al contexto digital a liderarlo; de ser meros gestores de información a ser impulsores del cambio y de la transformación cultural de nuestras organizaciones; de tener un papel secundario a ser protagonistas.

Pero como creo que Obama dijo en alguna ocasión “lo mejor está por llegar”. La economía de la reputación está redefiniendo el papel de los directores de Comunicación evolucionándolo hacia lo que los americanos llaman los “public affairs” y la gestión integral de stakeholders. Creo que el reto que tenemos por delante es enorme pero también tremendamente estimulante. Así que allá vamos: a por otros 10 años.