¿Cuál es, por tanto, la oportunidad? Pues precisamente aprovechar para revisar profundamente nuestra forma de hacer comunicación corporativa y proponer nuevas alternativas que realmente aporten un valor diferencial a las marcas a la hora de competir en un mercado que, si ya estaba saturado, ahora está al borde del colapso.

Quizás ha llegado la hora de centrarnos de una vez por todas en comunicar valores, desarrollar vínculos emocionales entre nuestra marca y nuestros públicos objetivos, y conseguir así la tan ansiada lealtad de nuestros clientes y consumidores.Sé que no estoy descubriendo nada nuevo y que algunos verán en estas palabras “más de lo mismo”. Y tienen razón. De nuevo no hay nada, pero también es cierto que hasta la fecha sólo algunas marcas se han tomado esto lo suficientemente en serio como para tener actualmente una salud de hierro para enfrentar la crisis.
Hay muchos ejemplos de ello. Uno que quisiera traer a esta tribuna es el de IKEA. Si echamos un vistazo a las campañas publicitarias de los últimos años encontraremos cantidades ingentes de innovación y creatividad al servicio de una marca de éxito. Sus campañas “Bienvenido a la República Independiente de tu casa” o “Redecora tu vida” son ejemplos de lo que quiero decir. Han convertido la marca IKEA en una verdadera “lovemark”. En el momento en el que escribo esta tribuna, está en el número 20 del ranking de http://www.lovemarks.com/ y en el 35 de Best Global Brands 2008 de Interbrand donde alcanza un valor de 10.900 millones de dólares. No está mal, ¿verdad?

Continuará…