Hay multitud de posibilidades y definiciones acerca de lo que es y lo que no es la Comunicación Corporativa. No es el objetivo de este blog desarrollar sesudas definiciones académicas, sino más bien compartir reflexiones sobre la importancia creciente de la función de la comunicación en las organizaciones y, sobre todo, cómo ésta añade valor y coopera en la consecución de los objetivos de negocio de las mismas.
Sin embargo, no está de más hacer un pequeño repaso a las diferentes visiones sobre esta materia. A ese respecto, me permito recomendar la lectura del artículo «Un marco conceptual para la comunicación corporativa» de N. Mínguez (publicado en Internet en http://www.ehu.es/zer/zer7/minguez73.html).
El profesor Mínguez concluye diciendo que «la comunicación es importante, pero hay otros rasgos de identidad fundamentales en la consecución de una buena reputación«. Dicho de otra manera, la comunicación es fundamental para la gestión de nuestra marca o negocio, pero no es el «ungüento amarillo» que todo lo resuelve. «La imagen debe gestionarse en todos los niveles de la organización y en todas las áreas de su actividad, pues el comportamiento de la empresa, cada acto de cada uno de sus empleados, tiene un efecto en su imagen global.»
Otro artículo especialmente interesante para quienes deseen tener una visión clara de lo que es y de lo que no es la comunicación corporativa, es el que Mònica Jiménez publica en el Portal de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Recomiendo su lectura ( http://www.portalcomunicacion.com/esp/pdf/aab_lec/26.pdf) y me permito reproducir su conclusión final: «A modo de punto final, podemos afirmar que resulta indiscutible el poder de la comunicación corporativa en el proceso de comunicación derivado de la necesaria relación entre la institución y sus públicos. La ausencia de discurso en este sentido significa la práctica inexistencia en un entorno empresarial cada vez más competitivo y en el que la opinión del público resulta fundamental para establecer las directrices que tienen que definir las estrategias de comunicación por parte de la organización. En este sentido, es preciso señalar la importancia de la identidad corporativa como base del proceso de comunicación, y hacer especial mención de la necesidad de coherencia en este sentido, ya que sólo de esta manera, la imagen obtenida revertirá de forma positiva en la organización. Tal como hemos querido resumir en el título de uno de los apartados que integran el texto, en realidad, la comunicación corporativa no es más que un movimiento de comunicación que acaba convirtiéndose en circular y en el que, principio y final acaban convirtiéndose en una misma cosa.»
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