No cabe duda de que hay mucha controversia alrededor del uso del storytelling en las estrategias de comunicación de las organizaciones. Hay quienes ven en esta técnica una «máquina de fabricar historias y formatear las mentes» (Christian Salmon). Se basan en que existen multitud de ejemplos en los que se manipula y deforma la realidad hasta crear una que se adecúa a los intereses, a veces perversos, de líderes sin escrúpulos. Salmon incluye en su libro varios ejemplos muy significativos de Bush o Sarkozy.

Otros, sin embargo, ven en el storytelling una oportunidad de comunicación más emocional, más cercana y, por tanto, más eficaz. Sin desvirtuar lo esencial de la realidad, ésta se explica a través de la narrativa. Hay multitud de ejemplos en el terreno de la comunicación política (por ejemplo, Martin Luther King y su famoso «I have a dream») y de la comunicación comercial. Para quiénes todavía no estén familiarizados con esta herramienta y sus fundamentos científicos, sugiero la lectura de «Storytelling for Effective Business Communications«.